El final de la primera década de los 00's fue una época que estuvo sacudida, de pies a cabeza, por la aparición de los llamados "supergrupos" o "superbandas", ya mencionamos anteriormente a los poderozos Them Crooked Vulutres, hoy es el turno de Chickenfoot, otra banda que, por los integrantes que la conforman se presenta de manera directa, con mucha fuerza, y que generó grandes expectativas previas al lanzamiento de su disco homónimo en Julio del 2009.
Con Sammy Hagar (Ex-Van Halen) a la cabeza, Michael Anthony (Ex-Van Halen) en bajo y coros, Jose Satriani en guitarra y Chad Smith (Red Hot Chili Peppers) en batería, uno espera que el trabajo a realizar sea una bomba, que revuelva tu cuerpo de pies a cabeza y te deje sentado dado vuelta sobre tu asiento, vamos a ver si es realmente tan así.
La historia de Chickenfoot comienza con Michael Anthony, Chad Smith y Sammy Hagar tocando jams en el club de éste último, llamado Cabo Wabo, en Méjico, de ahi el nombre de la banda, pues la pata de pollo tiene tres dedos que la conforman. Según cuenta Hagar, la gente comenzó a preguntarles cuándo sacarían un disco, y cuándo comenzarían a hacer giras, por lo que ellos pensaron que, si iba
n a hacerlo algo concreto, era primordial conseguir un guitarrista. Rápidamente reclutaron a Joe Satriani, puesto que según Hagar es "El mejor guitarrista del mundo", completando así la formación que daría vida a Chickenfoot. Los rumores sobre la banda comenzaorn a propagarse rápidamente y el nombre se mantuvo, apesar de que ahora la conformaban 4 integrantes, y no 3, "A la mierda, finalmente se trata sobre la música", comentó Michael Anthony respecto del nombre.Sin lugar a dudas son nombres importantes los que forman este proyecto, genera duda y controversia, íconos del rock ochentero como son Anthony y Hagar, sumados a Chad Smith, encargado del flow funky que existe detrás de Red Hot Chili Peppers, y por si fuera poco, el monstruo de la guitarra y creador del G3, Joe Satriani, el resultado final es... extraño, a mi parecer, no termina de convencer.
Chickenfoot fue muy alabado por la crítica por su sonido ochentero y sin embargo moderno, y claro, aqui quienes llevan las riendas son Hagar y Anthony, se siente y se escucha por todos lados. Rock ochentero a la vena, pero sin los cabellos esponjozos ni los maquillajes femeninos. Bien sabido es que Chad Smith es un amante del rock clásico, asi que muy Chili Peppers y todo, el hombre aquí está en su salza, toca fuerte, lo disfruta, y se nota. Sin embargo Satriani aqui me deja con gusto a poco, siendo guitarrista de su calibre y trayectoria uno esperaría mayor aporte por parte de él, un trabajo de guitarras más atrevido, dinámico, sin embargo en la mayor parte del disco se dedica a riffear en las secciones que corresponde, arpeggiar en las otras, y solear en sus espacios (Solos increíbles, sin lugar a dudas). No pretendo aquí quitarle mérito a Satriani, el hombre es una máquina, pero esperaba escucharlo más.
Sin embargo, no podemos dejar de pensar qué es realmente Chickenfoot, más allá de ser un proyecto secundario dentro de las carreras de sus integrantes, es una banda para pasarlo bien, como ellos mismos lo han dicho. La banda suena fuerte, suena poderoza, suena rockera, pero no suena a nada nuevo, nada que no hayamos escuchado antes; sin embargo tampoco es una banda con grandes pretenciones, y es aquí donde está la clave para entender y apreciar Chickenfoot. Si fuese una agrupación compuesta por desconocidos, quizás las espectativas serían otras, e incluso quizás nunca se hubiesen hecho famosos, pero son sus integrantes los que generan todo este misticismo y expectación a su alrededor, ahora, por qué no pueden 4 personas juntarse y tocar rockanrol a la vena, sin buscar algo más? Pues claro que pueden, y eso es lo que hacen.
Sexy Little Thing y Oh Yeah! son las cartas de presentación más fuertes que tiene la banda, y los unicos singles que llegaron a los charts de Billboard. Temas rockeros, poderozos y energéticos, Sexy Little Thing tiene un riff de guitarra realmente destacable, muy envolvente y pegajozo, esta canción es, en si misma, un himno del rockanrol de forma inmediata. Avenida Revolution, el tema que abre el disco, es una bomba, mención honrosa al trabajo de batería de Chad Smith, asesino, poderoso, oscuro y destructivo, muy particular por lo demás al llevar constantemente un contratiempo con su pie izquierdo, gran apertura para la placa. Sin embargo, a lo largo del disco nos vamos perdiendo, pues suena todo muy similar a lo anterior, y a lo que vendrá, salvo contadas excepciones como las ya mencionadas.
A estas alturas Chickenfoot se encuentra terminando su segunda placa, que será titulada Chickenfoot IV, saliendo a la venta en otoño (primavera para nosotros), tentativamente en Septiembre de este año. Lamentablemente la gira consecuente al lanzamiento del disco no contará con Smith en la batería, pues éste estará de gira junto a RHCP, que lanzará su décimo disco de estudio en Agosto, sin embargo el baterista publicó en su twitter que ya terminó de grabar las baterias para el nuevo disco. Posibles reemplazantes serían Tommy Lee, Matt Sorum, Vinnie Paul o Jason Bonham.
Qué podemos esperar de la nueva placa de Chickenfoot? Lo mismo que de la primera, rock a secas. La verdad es que esta no es una banda novedoza, no busca experimentar ni romper barreras, pero sí es una buena banda de rock, poderosa, enegética y divertida, más de alguna canción podría llegar a cautivarte, sin lugar a dudas.
Sexy Little Thing (Videoclip).
Soap On a Rope (En Vivo)
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Pablo K.
